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En su columna del lunes, el fundador de la publicación liberal Altavoz, Mijael Garrido Lecca, señalo que los resultados de la elección del domingo habían tenido un solo ganador el libre mercado. Señala que quiénes sostenían una intervención del Estado en el mercado como Verónika Mendoza y hasta cierto punto Alfredo Barnechea fueron derrotados por quienes creían en el libre mercado como Keiko Fujimori y PPK. Realmente creo que esta apreciación no es precisa por tres razones: los peruanos no son votantes ideológicos, no hubo ningún candidato liberal en el sentido estricto y el Perú no es un libre mercado.

En el Perú no ha existido partidos ideológicos debido a una crisis institucional de la democracia peruana. Por ello es que uno puede encontrar un partido de origen socialdemócrata como el APRA que en su plan de gobierno están a la derecha de varios partidos conservadores de la región, de la misma manera uno puede encontrar políticos liberales como Pablo Secada en organizaciones conservadoras como el PPC pese a que en temas sociales están en las antípodas y la izquierda recién ha conseguido en esta elección una representación propia. Estos elementos han sido fundamentales para el elector peruano no sea ideológico y más bien sea un votante coyuntural que puede identificarse más con el candidato presidencial que con el partido.

En una columna anterior señale que aunque muchos consideran liberales a Keiko Fujimori y PPK, ellos no lo son. Keiko es clientelista y una de las razones por las que obtuvo votos es por el trabajo que hizo su padre en infraestructura y programas sociales. Por otro lado, PPK es heterodoxo y está dispuesto a realizar gasto público sobre todo en infraestructura. Si es cierto Keiko y PPK están a la derecha es más por estar cerca de la clase empresarial y en el caso de Keiko particularmente del conservadurismo social.

El hecho de que el Perú reine el libre mercado es una falacia. Al contrario siguen habiendo muchas regulaciones, de hecho en el ranking que hace el Cato Institute sobre libertad económica, los países escandinavos aparecen mucho mejor rankeados que el Perú pese a que son objetos de la burla de los liberales. Creo que la clave está distinguir el liberalismo del neoliberalismo, aunque algunos liberales sostienen que el neoliberalismo es solo un adjetivo, lo cierto es que el neoliberalismo tiene ciertas raíces liberales pero las pierde en aras de la planificación central pues el neoliberalismo fue expandido globalmente por el Consenso de Washington, la crítica de esta tratado es que aunque en teoría estas medidas integrarían la economía global esta fue hecha muy lejos de dónde la teoría de libre mercado señala debe estar el cambio, en el orden espontáneo de la economía. Las grandes instituciones de la economía internacionales no son amigas del libre mercado y esto es algo que señala Ron Paul, congresista norteamericano que en varios índices aparece como el primero en la defensa de la libertad económica. De hecho un peruano, Simon Wilson, ha criticado la reunión del Banco Mundial en el Perú en un artículo de una organización de libre mercado como el Instituto Ludwig von Mises señalando que el Banco Mundial se opone al comercio informal pero que este es central para la economía peruana, de hecho ellos quieren que sea regulada e incluso dice:

Los miles de peruanos que acudieron a protestar por la conferencia probablemente tengan razón en sospechar acerca de los motivos de los burócratas y directores de las instituciones internacionales cuyos planes (como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica firmado en la conferencia) y modelos económicos eliminarían, si se aplicaran, la competencia real, entorpecerían el emprendimiento y recortarían sus libertades.

Tiene razón hasta ahora en el Perú no se ha escuchado la crítica liberal al TPP que como también señala el Instituto Ludwig von Mises es proteccionismo corporativo y no libre comercio. De hecho otro tema como el de derechos de propiedad, ha sido mínimamente defendido por liberales como en el caso de Máxima Acuña que defendía sus derechos de propiedad contra el abuso de las grandes mineras que la querían expropiar, un colega suyo en Altavoz, Óscar Rosales Krumdieck ha sido el único en articular una convivencia entre libre mercado, los derechos y el ecologismo en el contexto peruano.

Una pregunta que algunos pueden hacerse es que hubiera pasado sin el Consenso de Washington, volviendo a los países escandinavos ellos se adaptaron a la economía global sin tomar posturas que debilitaran a su clase trabajadora y cada uno fue yendo a su propio ritmo, de hecho Finlandia está implementando una idea de Milton Friedman, el ingreso universal básico. Lo más probable de no haberse implementado el Consenso de Washington es que los países se hubieran adaptado al mercado global y a la caída del modelo de Estado centralizado pero cada uno en su propia medida.

Mijael señala que la izquierda es reguladora y cree tener siempre la razón, me pregunto si es que ha leído sobre los zapatistas o las comunidades autogestionarias de los kurdos. En ambos casos el modelo va más allá de una organización basado en un Estado central para ser una organización de la comunidad, que hay de malo en ello. Daniel McCarthy, editor de The American Conservative, señalaba que teniendo en cuento la idea inicial de los griegos de La democracia era una Ciudad-Estado como puede haber gente que quiere seguir legitimando grandes países federales u organismos financieros globales dónde la voz de los individuos no es escuchada.

Reconozco que Verónika Mendoza no es la candidata más pro libre mercado dentro de la izquierda pero sorprendería saber que dentro de la izquierda hay quienes consideramos que un verdadero libre mercado solo dará al lado de la izquierda pues los grandes empresarios solo quieren beneficios del Estado por lo que las organizaciones de libre mercado llaman al capitalismo existente, crony capitalism. De hecho existe un tradición de defensores del libre mercado muy larga en la izquierda, aunque para ser honesto algunos de los que en el Perú defienden el libre mercado desde la izquierda no son conscientes de esa historia pero si de la existencia de una contra-economía que ha hecho progresar al Perú. Es el orden espontáneo de la economía la que ha traído desarrollo al país, no las políticas neoliberales. Es el ingenio y trabajo de miles de peruanos el que ha traído desarrollo al país, ellos son los verdaderos defensores del libre mercado mientras que su enemigo es el Estado regulador que defiende al capitalismo corporativo.