
A más de 1000 km al sur de la capital del Lima, en oscuras y al mismo tiempo claras calles de la ciudad de Juliaca en Puno, donde a pesar del frio y de la helada, la gente muy cálida te recibe en densos cariños. La vigurosidad del Puneño se siente no solo en el calor de su acogida, sino también en la convicción política que los caracteriza. Por las calles se sienten vientos distintos a los de la diversidad Limeña, no hay necesidad de campaña y propagandas intensas, porque tienen muy en claro que el sur no se vende.
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