Rechazan inicio de clases virtuales en UNS Chimbote | Correo

En estos últimos días, después de hacer dormir a mis hijos, descanso de mi rol de mamá y en compañía de la noche, me acomodo en mi escritorio y empiezo a escribir algunas reflexiones sobre los desafíos que tiene el sector educativo durante la pandemia del coronavirus. Nos encontramos en una nueva coyuntura que nadie anticipó que sucedería, mucho menos se pensó que cambiaría tanto nuestro quehacer del día a día a nivel personal, familiar y social, especialmente laboral y educativo; pues hasta hace un par de meses atrás todo transcurría dentro de lo “normal”, con sus vicisitudes pero normal. Esta pandemia nos ha permitido ver el estado real y crítico (lo sabíamos pero ahora se hizo más evidente) en el que encuentran varios sectores en nuestro país; por ejemplo el de salud, tenemos hospitales saturados de pacientes, sin las condiciones mínimas de salubridad y médicos que no se abastecen para la atención oportuna, además de tener un sistema de salud que no permite atender de manera digna a cualquier peruano o peruana que lo requiera. Sin embargo, existe otro sector importante que no ha sido considerado en primera instancia y que recién a mediados de la cuarentena ha tomado mayor relevancia, me refiero al sector educativo.

La educación es uno de los sectores más descuidados de los gobiernos, basta con ver el porcentaje anual que destinan del PBI, y poco valorado por gran parte la sociedad peruana. Este sector, si bien ha contado con planes estratégicos a largo plazo, estos no han sido cumplidos por los gobiernos de turno y por el contrario cada uno introdujo planteamientos nuevos que en la práctica no sirvieron. Recuerdo el famosísimo proyecto “Huascarán” del expresidente Alejandro Toledo en el año 2001 que tenía “por finalidad buscar la equidad en el acceso a los servicios educativos, a través de las tecnologías de información sobre plataforma de internet, priorizando las zonas rurales y teniendo además como objetivo mejorar la calidad de la educación”; sin embargo quedó demostrado que la solución no era entregar computadoras a todos sino también era importante saber usarla de manera adecuada y que los maestros debían estar debidamente capacitados para enseñar el correcto uso de las TICs.

Por otro lado, recuerdo también que en el año 2010 llevé un curso sobre Informática Educativa y logré aprender recursos educativos digitales muy buenos y cuando quise usarlos en la escuela pública que laboraba, me entero que la mayoría de computadoras no funcionaban por diversos motivos: no fueron instaladas desde que llegaron a la IE, se habían malogrado y no había presupuesto para arreglarlas, y que solo funcionaban alrededor de 8 para un aula de 35 estudiantes; aun así hice lo que pude para introducir los recursos educativos digitales pero no se logró a cabalidad. En los últimos años ha aumentado el uso recursos tecnológicos (proyectores, laptops XO y otros) en las escuelas sin embargo aún estamos muy lejos de tener un educación digital acorde a las exigencias del nuevo milenio. Pero ahora con la aparición del Covid 19 se ha vuelto necesario la utilización de herramientas digitales para garantizar la continuidad de los procesos de aprendizaje de los estudiantes. La estrategia que está utilizando el gobierno actual es la plataforma educativa “Aprendo en Casa” que llega a los hogares (no a todos) de los peruanos por los medios de comunicación masiva (TV, radio, internet); sin embargo frente a ello me planteo las siguientes preguntas ¿aprendo en casa estará logrando los objetivos de aprendizaje planteados? ¿Todos los estudiantes de nuestro país acceden a esta plataforma? ¿Cuál es el rol del docente en este contexto? ¿Cuál es la labor de los padres y madres de familia en la educación actual de sus hijos e hijas? ¿Entregar tablets a los estudiantes garantizará su proceso de aprendizaje? ¿El gobierno hizo un diagnóstico real y en consenso con los actores educativos involucrados?…

Vemos que los desafíos principales de la educación que se hacen más latentes por la pandemia son:

  • Eliminar la gran brecha de acceso a la educación de las poblaciones más vulnerables y de las zonas alejadas del país, por ejemplo, las zonas urbanas tienen mayores oportunidades de acceso a la plataforma educativa “Aprendo en casa” que las zonas rurales.
  • Brindar una educación de calidad, el hecho de entregar un tablet con internet no garantiza el logro de las competencias que debe desarrollar el estudiante.
  • Fortalecer la educación pública para aminorar la brecha existente con la educación privada, a diferencia de las escuelas públicas, las escuelas privadas adquirieron un dominio virtual, capacitaron a sus docentes y desarrollan sus clases de manera fluida.
  • Garantizar la formación y capacitación de los docentes, muchos docentes están aprendiendo en el camino y otros capacitándose con sus recursos, pero no todos.

Si bien no es sencillo dar solución a todos estos desafíos, sí podemos ir superándolos de forma progresiva y continua, por lo tanto desde mi humilde trinchera propongo lo siguiente:

  • Realizar un diagnóstico real de las necesidades y fortalezas en el sector educación con todos los actores involucrados (autoridades nacionales, regionales y locales, profesores, padres de familia y estudiantes).
  • En base a lo anterior complementar, modificar y/o mejorar la estrategia iniciada por el gobierno “Aprendo en casa”, con respecto a estructura, contenido y desarrollo pedagógico.
  • Garantizar la capacitación de todos los docentes, según el nivel educativo que atiende, en herramientas digitales como videoconferencias, plataformas virtuales, etc.
  • Garantizar el acceso a la educación de todos los niños y niñas del Perú por medio de diferentes modalidades: virtual o físico.
  • Orientar a los padres de familia respecto a sus roles de apoyo y acompañamiento en el desarrollo de los aprendizajes de sus hijos e hijas.

Soy consciente que lo propuesto no es sencillo de lograr y que tampoco es una propuesta ya acabada; sino es una iniciativa que invita a todos y todas a seguir sumando esfuerzos. Desde este espacio pido al gobierno y a la población que valore más el rol determinante de los docentes para superar los desafíos que tiene la educación en esta pandemia. Son las 3.00 am y uno mis hijos se levanta, vuelvo a mi rol de mamá, sin dejar de ser maestra.

Por Jessica Rimache Segura*

 

 

*Pedagoga y docente escolar