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Desde los voceros de las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP’s) y no pocos comentaristas periodísticos, la iniciativa del libre retiro del  95.5% del fondo de pensiones solo desvirtúa la naturaleza de las pensiones y es un grave riesgo contra la seguridad social de las personas jubiladas. Desde el lado de los congresistas, todo se resume a un derecho del consumidor a un fondo del cual es titular, los tintes demagógicos de este argumento son evidentes.Existe un argumento más serio que aquellos que se han vertido en los medios, que no son ni alarmistas ni propias de una clase política pobre en argumentos y capacidad de debate. en primer lugar, hay que estar atentos, ante todo, a los planteamientos que implican concebir a las personas como naturalmente irresponsables. El argumento que alerta del peligro y la irracionalidad de los pensionistas es un argumento que apela a las emociones, a la alerta, al miedo.  Ya sabemos cómo reaccionan los poderosos cuando ven peligrar sus intereses.

Hay que ser bien francos en decir que el sistema privado de pensiones no ha tenido el éxito que prometió cuando fue instaurado en el país. La rentabilidad que ofrecen al cliente es por decir lo menos, una ofensa, más aún cuando las AFP’s se llevan grandes tajadas con las comisiones que cobran  al dinero de millones de trabajadores. La realidad es que estamos en un mercado oligopólico, donde solo cuatro empresas gestionan cantidades considerables de recursos. Es en este tipo de mercado donde básicamente no hay incentivos para ofrecer una mejor rentabilidad a los clientes. Cuatro empresas no compiten por el mercado, más bien se lo reparten.

Dado que se trata de un mercado oligopólico, lo que le toca hacer al Estado y a la sociedad civil es defender el interés del grupo más débil, los trabajadores, ante un escenario tan adverso para su futuro. Si se considera que se desvirtúa la naturaleza de las pensiones con la libre disposición, pensemos mejor y démonos cuenta qué tan desvirtuado ya está un sistema que ofrece una rentabilidad baja y por tanto una baja calidad de vida en la vejez.

Con la libre disponibilidad lo que se consigue es simular competencia en un mercado no competitivo. Cuando se da la opción de libre disponibilidad lo que se consigue es forzar a las afiladoras a ofrecer mejores y mayores beneficios a sus clientes. Esto es una situación que simula un escenario donde hay mucho más que cuatro afiliadoras y significa otorgar un poder adicional a los trabajadores para que estén en una mejor situación ante la asimétrica relación que tienen respecto a las empresas que administran sus fondos.

Con la libre disponibilidad las AFP’s obedecerán más a sus clientes y sus deseos de un futuro con mayor seguridad. La medida es un paso adelante dentro, por supuesto, del régimen del sistema de pensiones que hoy por hoy existe.