Por Camilo Gómez
Ha habido cierta polémica por las declaraciones del líder histórico de la izquierda peruana Hugo Blanco quien acusa a Verónika Mendoza de no ser anti-capitalista, a lo que Marco Arana le responde que este no es el momento para ser anti-capitalista. Blanco señalaba que el Frente Amplio solo se declara como anti-neoliberal pero que Mendoza falla al no condenar a las AFP’s como parte del proyecto neoliberal.
El Frente Amplio, para quienes somos parte de las organizaciones que lo componen, es un esfuerzo por una unidad de la izquierda peruana. Entendiendo que sus miembros se identifican de diversas maneras (socialistas, comunistas, ambientalistas, feministas, progresistas, patriotas), es difícil llegar a puntos en común. La oposición al neoliberalismo nos une pero sería interesante si es que hay alguien en el Frente Amplio que estuviera dispuesto a defender el capitalismo.
¿Pero de qué hablamos cuando decimos capitalismo? Gary Chartier, profesor de filosofía en La Sierra University, señala que hoy en día el capitalismo quiere decir la relación simbiótica entre las grandes empresas y el Estado. Chartier señala que el considerar el capitalismo como libre mercado sería equivocado pues los favores del Estado hacia las grandes empresas generan una competencia desleal.
Uno se pregunta porque le cuesta tanto a Verónika condenar el capitalismo, si lo que quiere es ganar el voto de los que son parte de las pequeñas empresas, le convendría condenar el capitalismo pues es la competencia desleal de las corporaciones transnacionales la que genera los mayores obstáculos para su crecimiento.
Las clases emergentes han sido llamadas erróneamente por los ideólogos neoliberales como pequeños capitalistas pero de hecho su involucramiento en una contra-economía del sector informal muestra que no están a favor de pagar impuestos y someterse a las regulaciones de este Estado capitalista.
El error de muchos académicos de izquierda tanto peruanos como extranjeros es asociar la idea del neoliberalismo con la libertad económica, o en palabras de Julio Cotler, hoy el Perú es el paraíso del libre mercado. Pero el Perú dista de ser un ejemplo de libertad económica pues las regulaciones más pesadas caen contra los empresarios emergentes, mientras que las corporaciones extranjeras tienen pasa libre del Estado para hacer lo que se les viene en gana.
El caso de Máxima Chaupe debería ser emblemático, ella ganó un juicio en el que defendió sus derechos de propiedad contra una gran minera. Sin embargo, los liberales que tanto se ufanan de ser férreos defensores de la libertad económica no dijeron nada. Es así como uno entiende que para los capitalistas peruanos, los derechos de propiedad no valen nada si es que los usas para luchar contra los intereses de los poderosos.
El libre mercado tampoco es respetado por los capitalistas peruanos, pues tratados comerciales como el TPP por el registro de patentes incrementarán el costo de los medicamentos, en Estados Unidos organizaciones pro-libre mercado han cuestionado las patentes y el copyright como parte un monopolio en la que el gobierno otorga un beneficio a una empresa en ocasiones por motivaciones políticas. Sin embargo los liberales han mantenido un silencio absoluto sobre el tema.
En el Perú, uno de los pocos intelectuales de izquierda que ha hablado sobre el tema del libre mercado es Edmundo Murrugarra que ha criticado los elementos más estatistas de la izquierda actual y ha señalado que la izquierda radical debería defender el libre mercado entendido como un sistema voluntario de intercambio de bienes y servicios que generaría prosperidad de los pueblos y que los mercados ya existían en el Perú desde épocas prehispánicas.
Pero hay algo que tanto quienes tiene una perspectiva electoral como Mendoza o anti-electoral como Blanco fallan en comprender. El verdadero significado del poder popular como libertad del pueblo. Mendoza tiene una retórica de poder popular pero señala que será el Estado quién se encargará de decidir que actividad económica le conviene a la comunidad, a lo que uno se pregunta ¿dónde queda el poder de decisión del pueblo? Por otro lado, Blanco ha sido un defensor histórico de los derechos de las comunidades indígenas, pero eso no le da el derecho a decidir por ellas, si una comunidad decide explotar una mina en el territorio de la comunidad nadie ni siquiera él podría impedírselo.
Como miembro de una organización miembro del Frente Amplio, estoy comprometido a apoyar a Verónika Mendoza en las elecciones, lo que no significa que estaré de acuerdo con todas sus opiniones. Considero saludable que exista un debate interno sobre temas como el mercado libre o el significado del capitalismo para luego no sean las fuerzas reaccionarias las que impongan su agenda. Hugo Blanco es el mayor héroe de la historia de la izquierda peruana, si me considero socialista es en gran parte por su influencia pero eso no quiere decir que sus opiniones sean palabra sagrada y creo que el mismo estará de acuerdo es que es necesario un diálogo.
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